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lunes, 29 de julio de 2013

Nuestra Comunidad Filosófica.

El sábado pasado volvimos a reunirnos los miembros de nuestro grupo de filosofía, al cual en un principio le denominamos Grupo Filosofía como Terapia (como el curso homónimo que tenemos en la UNED). Aunque creo que, a partir de ahora, le llamaremos Comunidad Filosófica por todo lo que este nombre entraña y además para estar en sintonía con otras “comunidades” similares.  

Este grupo o comunidad, como algunos ya sabéis, se nutre de alumnos míos de la UNED, tanto del CAD como de Grado por una parte, y por otra, del curso Filosofía como Terapia. Nuestra base común es el interés (cuando no la pasión) por la filosofía. Nuestro punto de unión es la amistad – en la cual pretendemos profundizar y perfeccionarnos.

Mi idea es que sea un grupo abierto y dinámico que se expresa en una relación igualitaria. Todos somos maestros y todos somos discípulos. Aprendemos los unos de los otros porque estamos convencidos del carácter intersubjetivo de la verdad.

Deseamos practicar una filosofía viva, incardinada en la realidad e -incluso- en la cotidianidad. Una filosofía comprensible para todos y por tanto muy exigente, situada más allá del discurso meramente académico. Aunque esto no significa que proponga una divagación improvisada, sino que pretendo que fundemos nuestras reflexiones en atentas lecturas de los textos filosóficos -tanto actuales, como clásicos. Nuestra tarea será estrictamente filosófica, pero nuestros resultados siempre tendrán que pasar “la prueba de la realidad”. La filosofía debe servir para vida. Es más, la filosofía debe orientar y dirigir nuestras vidas -nuestra existencia- en el largo y a la vez corto camino que nos conduce a la felicidad (aunque otra cosa sea lo que entendemos por “felicidad” -que ya dilucidaremos).

Mi intención es que programemos reuniones o encuentros periódicos (cada mes o dos meses) a las que asistirán todos los que lo deseen. Algunas veces los haremos en Navalafuente y otras en Madrid. También es posible trasladarnos en alguna ocasión a otra ciudad española en la que viven algunos de nuestros participantes.

Como nuestra comunidad es abierta, siempre será posible admitir nuevos miembros. Dadas las distancias físicas, comprenderemos que no se pueda asistir a todas la reuniones. De ahí la importancia del uso de las TIC. Nuestra comunicación “virtual” podrá suplir algunas dificultades. Tenemos un foro, un blog, una página en Facebook y hasta grupos de Whatsaap. Y nuestro deseo es ir perfeccionado cada vez más y haciendo más útil y eficaz el uso de estas tecnologías de la comunicación.


De estas cosas y otras hemos hablado en nuestra última reunión. Aún falta... pero seguiremos...

Encuentro de la comunidad filosófica del 27/07/2013 en Navalafuente.

Nacho, Rocío, Javier, Victoria, Eduardo, Arantxa, Yaneyre, Ramón.