Sobre
el AMOR
(Contribución al curso "Filosofía como Terapia")
“El
amor no se puede entender, hay que sentirlo” (Dan
Millman)
Es
verdaderamente difícil definir el concepto de amor. Podría haber
tantas definiciones como personas, autores o libros consultados.
Cuando le preguntaron a una niña índigo sobre el amor ella se rió
y dijo “No puedo hablar del amor, no tiene nada que ver con las
palabras” la persona insistió preguntando qué es el amor
verdadero, “lo has vuelto a hacer, ¿ves que difícil es?”.
Amor
a uno mismo/Amor propio.
Si
no nos amamos a nosotros mismos ¿Quién lo va a hacer? ¿Quién nos
lo va a demostrar? ¿A quién más y mejor podremos amar? Para
alcanzar este amor es fundamental desapegarse y aceptar que la
felicidad es un proceso interno, personal, que se encuentra en uno
mismo. Esto nos proporcionará una estabilidad y seguridad personal,
que permitirá no depender de otras personas que nos suban la
autoestima diciéndonos lo fantásticos que somos. De lo contrario,
en el momento que no nos lo digan o no actúen como consideramos que
deberían hacerlo en respuesta a nuestros esfuerzos, caeremos en un
profundo pozo de inseguridad y desconfianza personal, por lo que
surgirán los miedos, celos y todos esos sentimientos que nos alejan
del AMOR, y del respeto a la otra persona.
Cuando
encontramos dentro de nosotros mismos la felicidad, el amor y la
aceptación, no necesitamos que otra persona nos reafirme, por lo que
daremos a nuestra pareja, sin exigir un tipo de trato o demostración
a cambio. Hay que entender que cada persona es diferente y demuestra
los sentimientos de diferentes formas, por lo que si se espera una
determinada actitud ante ciertos actos, es posible que nos
decepcionemos y volvamos a caer en la ira, miedo, celos…
El
Amor propio también será clave para darnos la valentía de poner
límites. Tenemos la obligación de cuidarnos y evitar que nos hagan
daño. En todos los aspectos de la vida es necesario saber hasta
dónde podemos llegar y en qué punto hay que empezar a mirar por uno
mismo. Una buena autoestima nos ayudará a tomar decisiones y poner
la barrera donde nosotros decidamos, una barrera que evitará que
cualquiera, aprovechándose de la generosidad de un corazón
enamorado, pueda dañarnos.
Por
lo que para amar, el primer paso que hay que dar es amarse a
uno mismo, tratarse con bondad y respeto y aceptar nuestros errores,
sabiendo que siempre actuamos de la mejor manera que podemos. Una vez
que nos tratamos con amor, cariño y mucha bondad, que somos
conscientes de lo maravillosos que somos, del valor intrínseco que
tenemos solo por el hecho de ser persona y aceptarlo con humildad,
aceptando en consecuencia el mismo valor en el resto de personas y
entendiendo también nuestras limitaciones, podremos regalar ese amor
que generamos a los demás, ya sea pareja, familia, amigos o incluso
desconocidos.
El
erotismo.
Otro
de los aspectos a tener en cuenta al hablar del amor es el amor
físico, la sexualidad, entendida en todos sus ámbitos. Al igual que
en el amor hay muchas concepciones de sexualidad.
Por
un lado está el sexo como medio para reproducirse y perpetuar la
especie. Esta es una concepción tan simple y cerrada que desde mi
punto de vista no tiene más que añadir.
Por
otro lado podemos hablar de sexo físico, sin más objetivo que la
búsqueda del placer, para lo que únicamente necesitamos otro cuerpo
que nos atraiga. Quizá sea una sexualidad tan instintiva y animal
que solo busca en el otro la forma de aliviarse, utilizando a la
pareja como un mero objeto que proporciona el placer que en ese
momento se busca.
Otra
forma de entender la experiencia sexual es la de compartir. La unión
de las almas, que sin necesidad de estar enamorado de la persona con
quien mantengamos la experiencia sexual, se basa en el respeto, en un
intercambio de sensaciones, una unión energética que lleva a un
estado casi de meditación, por tanto a la cercanía con Dios. Formas
de pensar como el Tantra se basan en esta concepción del sexo como
vehículo para llegar a la Divinidad, a través de la unión de las
energías de ambas personas.
En
el foro de este curso pregunté a qué podía deberse la demonización
del sexo en nuestra cultura durante tantísimos siglos. Hubo dos
respuestas opuestas y muy interesantes y ambas relacionadas con Dios.
Un compañero comentaba que el sexo es un instinto animal y que la
religión católica lo censuró porque son actos que nos alejan de lo
divino. Sin embargo otra compañera afirmaba que por el contario, la
relación sexual es un fenómeno tan intenso en el que dos personas
pueden llegar a un estado muy próximo a lo divino. Y esa proximidad
a Dios no podía permitírsele al común de las personas.
Ambas perspectivas son coherentes y no se cuál de las dos será la correcta,
pero está claro que el sexo desde el respeto, con el consentimiento
de ambas parte es un aspecto muy importante en las vidas de las
personas, donde es difícil poner el límite de lo correcto o
depravado y que solo uno mismo es el que puede hacerlo. Y aquí
vuelve a ser necesario hablar de la autoestima y de la importancia de
poner límites para determinar lo que estamos dispuestos a ofrecer y
a aceptar.
Amor-pasión y Amor Consciente.
Tras
la consulta de varios textos y opiniones, creo que hay dos tendencias
o concepciones del amor generalizadas.
Por
un lado tenemos una concepción del amor basado en la pasión o
enamoramiento. Una idea del amor espontáneo, que surge sin buscarlo,
por tanto no requiere esfuerzo. Un amor con mucha base de atracción
y sexualidad, de conveniencia en el que ambas partes ofrecen lo que
el otro busca en una pareja, de intercambio. Erich Fromm en su texto
“¿Es el amor un arte?” afirma que muchas personas creen que el
amor es sencillo, que solo hay que encontrar a la pareja adecuada y
el resto surgirá solo. En esta concepción surge el apego y se
tiende a ver al otro como un objeto en propiedad, se cortan las
libertades, surgen celos, desconfianzas y el miedo a la pérdida, a
que “no me quiera”. El enamoramiento en este punto se convierte
en obsesión, algo que está muy lejos de este sentimiento tan puro
que es el amor.
Este
enamoramiento suele ser temporal, cuando se pierda el interés por la
novedad, la “gracia” que causaban las primeras restricciones y
exigencias y se convierten en un problema, es probable que se pierda
la pasión que sustentaba a la pareja y en consecuencia podría
romperse la relación.
Una
vez que hemos hablado de la autoestima podemos abarcar el tema del
amor incondicional, ya que es imposible que este surja si no partimos
del amor a uno mismo.
El
amor incondicional o consciente no exige, ni decepciona, ni duele. Es
un amor que acepta a la otra persona, que concibe su individualidad y
la respeta por lo que es. El amor incondicional da sin esperar nada a
cambio, busca la felicidad del otro porque esto genera la felicidad
en uno mismo, produciendo más capacidad de amar, por lo que se entra
en una rueda en la que la felicidad y el amor van en aumento. Cuando
te tratas con amor eres capaz de tratar a las otras personas con amor
y lo único que podrán hacer es tratarte de la misma forma.
Otro
concepto a señalar para alcanzar el amor puro es el desapego. Solo
cuando nos desapegamos perdemos el miedo a no tener lo que deseamos.
Cuando entendemos la libertad del otro y aceptamos que cada uno de
nosotros buscamos nuestra felicidad de diferentes formas, solo cuando
soltamos y nos desapegamos, podremos sentir la comprensión
suficiente y el amor verdadero, sin condiciones. El desapego nos
libera y permite que el resto de persones vuelen libres y solo
gracias a esa libertad, puede que decidan volar a nuestro lado.
“Si
amas algo déjalo libre”
Normalmente
cuando hablamos de amor pensamos inmediatamente en el amor de pareja,
pero el verdadero amor puede ofrecerse a todas las personas,
independientemente de la relación que tengamos con ellas. En cada
relación humana podemos experimentar la grandeza del amor, el sentir
comprensión o compasión por desconocidos o por personas que nos han
agraviado es la mejor manera de ir aumentando el amor. Es fácil
sentir amor por nuestra familia o amigos y aún así en muchas
ocasiones no somos muy comprensivos, deberíamos trabajar en ir
siendo cada vez más bondadosos con todos ellos, poco a poco esa
bondad podría llevarse a los desconocidos o personas neutrales. No
es cuestión de besarlas ni de ser de pronto los mejores amigos, se
trata de generar comprensión ante sus actos aunque no nos gusten,
entender que cada persona tiene sus vivencias y experiencias
personales, que cada una de ellas puede estar pasando, o pasó en el
pasado, por alguna situación muy complicada, que le lleva a actuar
de determinada manera y la única forma que tenemos de ayudar es no
juzgarlo
Conclusiones.
Erich
Fromm afirma que la mayoría de las personas consideran que el amor
no supone esfuerzo, sin embargo, resulta sorprendente que con la
ilusión que se pone en cada nueva relación, el índice de fracaso
sea tan alto, esto puede deberse a que no nos esforzamos. Este autor
propone que como toda materia, para poder aprenderla y mejorarla,
precisa del conocimiento teórico, así como de la práctica, que
poco a poco nos llevará al éxito.
Personalmente
entiendo que, después de cada experiencia, deberíamos ser objetivos
y hacer balance de los errores que hemos podido cometer, muchos de
ellos volveremos a tenerlos en la siguiente relación, pero seguro
que algunos conseguimos evitarlos y así, poco a poco, actuaremos
cada vez, de manera más orientada a la búsqueda del amor verdadero,
el amor puro e incondicional, que mueve el mundo y lo hace mejor y
más bonito.
María de los Ángeles Benito García