La prudencia de
Octavio nos hizo llegar los primeros (había que aparcar) así que pudimos
sentarnos a desayunar. El local me
pareció amplio, luminoso, funcional y bien decorado. Así pudimos ir observando la llegada de los
participantes (esto es importante porque voy a hablar sobre todo de ellos y de sus intervenciones). Efectivamente
al cabo de poco tiempo acudieron Francisco, Rocío y Antonio. Con Francisco
enseguida supimos de su trabajo (clases de informática con los “niños del
centro de mayores”), que por Zaragoza se desplazaba en bicicleta y que las
personas le contaban muchas cosas. Rocío nos causó una grata impresión, de la
que forma parte sin duda su altura física y su forma de vestir. Antonio nos
explicó cómo había reorientado su vida hacia las humanidades y los nietos.
Después fueron
llegando los demás y nos colocamos alrededor de la gran mesa formada por otras más pequeñas. En seguida se fueron presentando.
Justino señaló que allí estaba para
escuchar y aprender. Pilar, su esposa, nos contó que trabajaba en temas de
violencia de género y que era lingüista y preparaba una tesis. Gregorio que sin
duda había despertado mucha expectación en sus mensajes al whatsapp (¡un
filósofo que poda cerezos en el valle del Jerte!) habló fundamentalmente de filosofía. Eso sí todos, y en
especial los mas jóvenes entre los que evidentemente no estoy incluido,
proclamamos sin ambages nuestro amor al saber y el hecho de venir a escuchar.
Personalmente tuve que estar muy atento ya que súbitamente Eduardo me
encargó este resumen. En pocos lugares he encontrado un auditorio tan
interesado por las intervenciones de los demás.
Irene nos contó que
trabaja de maestra en un pueblecito, nos habló de sus lecturas de Emilio
Lledó, de Gregorio - su marido y de su
actual época dorada enseñando y aprendiendo. Francisco interviene para recordar con nostalgia los antiguos foros
del curso La Filosofía como Terapia que permitían conversaciones y un verdadero
diálogo. También afirma que no se siente a gusto con las redes sociales ya que
le parecen muy superficiales y preocupantes porque inducen a una vida falsa y
nos alejan de la auténtica. Seguidamente se refirió al problema de la soledad de las personas, tema que fue recogido luego por Ioana que busca respuestas desde otra etapa de la vida.
Karla habló mucho
de su padre, un destacado sindicalista boliviano, representante de los
trabajadores petroleros y que con Evo Morales desarrollaron un importante
movimiento que condujo a que Evo llegara a la presidencia del país.
Arantxa es de
Puertollano, estudió Derecho mercantil, aunque su interés por el saber le lleva
a seguir aprendiendo, leyendo y estudiando. Utilizó la metáfora "sumergirse en el
conocimiento". Según Ana, que venía de Portugal, hay que viajar con la mochila vacía. Hay que llevar pocas cosas para poder ir llenándola con lo
que se encuentra en el camino (metáfora en clara referencia a su travesía por el Camino de Santiago, donde también conoció a David) .
David es vocal de "Ahora Madrid" en el distrito madrileño de Hortaleza (la formación de la que es alcaldesa Manuela Carmena). Su trabajo consiste en crear tejido social (facilitar la comunicación entre los vecinos y los distintos colectivos), favorecer la
participación y evitar los conflictos mediante acuerdos. Según él, el poder por
naturaleza corrompe y los políticos deben poder ser revocados. A continuación hay intervenciones relacionadas con la problemática actual del partido Podemos. Quien suscribe interviene afirmando que cree que Hannah Arendt tenía una idea parecida. La política como diálogo y acuerdos ciudadanos basados en el respeto a la
pluralidad y la diversidad frente a la comunicación unidireccional y a las apelaciones al pueblo en
abstracto.
David también se refirió a la cuestión generacional e Irma continuó insistiendo en que los jóvenes deben encontrar su propio camino, aunque nadie les enseña (incluidos la
mayoría de los educadores).
Afirmó que los estudios y el conocimiento le habían ayudado a madurar, a sentirse mas libre y más segura a la hora de tomar decisiones.
Las intervenciones de Eduardo me parecieron especialmente lúcidas (así se lo comenté a Octavio). Me gusta cómo habla, su sencillez, precisión y profundidad. Lo comparaba con una conferencia sobre H. Arendt a la que había asistido el día anterior en la que una profesora universitaria solo nos había leído y comentado un power-point... (¿por qué hacen esto cuando supuestamente saben de lo que hablan?).
Afirmó que los estudios y el conocimiento le habían ayudado a madurar, a sentirse mas libre y más segura a la hora de tomar decisiones.
Las intervenciones de Eduardo me parecieron especialmente lúcidas (así se lo comenté a Octavio). Me gusta cómo habla, su sencillez, precisión y profundidad. Lo comparaba con una conferencia sobre H. Arendt a la que había asistido el día anterior en la que una profesora universitaria solo nos había leído y comentado un power-point... (¿por qué hacen esto cuando supuestamente saben de lo que hablan?).
Eduardo habló de la
amistad, del conocimiento y la construcción del mundo, de la verdad compartida (considerando que la verdad es intersubjetiva), del lenguaje. El tema de la emigración y del exilio fue
evocado también al recordar su arribo en barco a Barcelona en los años setenta. Reflexionó sobre la condición de exiliado e inmigrante, quienes se sienten extranjeros en todas partes, pero también asumen su patria de acogida. Él mismo nos confesó que se siente tan español o italiano como argentino y que últimamente también mexicano.
Pilar intervino matizando sobre el tema de la verdad tal como la había planteado Eduardo. Para ella sí hay una verdad absoluta que el ser humano puede descubrir, apuntando a una fundamentación teológica de la cuestión..
Se volvió al tema de la soledad al considerar que esta también puede ser algo positivo y fructífero. En el fondo todos estamos solos ante las principales
decisiones y situaciones de la vida. La soledad también puede ser algo negativo,
si la sentimos como impuesta. Antonio dijo que estamos solos pero que
adquirimos sentido en relación con los demás, solo podremos ser felices si compartimos nuestro disfrute con otros.
También lo seremos si somos capaces de hablar con nosotros mismos.
Eduardo habló
también de la esperanza, de que algo hemos avanzado, de que estamos mejor
formados… Seguidamente se refirió a Gregorio en relación a un texto de St. Exupery en Tierra de hombres en donde escribe que cuando el campesino extrae el fruto de la tierra encuentra algo universal. Gregorio afirmó que para pensar hay que detener el tiempo cronológico. Para encontrar “lo uno en
lo múltiple”. Nos comenta que él ahora lo puede hacer en el campo y no antes cuando trabajaba
en la ciudad. Hay que regresar a la filosofía griega. Se mostró mas aristotélico que
platónico. No a la verdad inmóvil, sino la verdad de lo divino en la naturaleza.
Y todo concluyó en
una estupenda comida - en la que destacaron especialmente las empanadas bolivianas- que animó aún más el diálogo y la comunicación.
Empezando por la izquierda, Justino, Pilar, David, Arantxa, Karla, Eduardo, Luis, Octavio, Francisco, Rocío. Ana, Irene, Gregorio, Antonio e Irma. |