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sábado, 13 de agosto de 2016

Recordando algunas ideas de publicaciones anteriores.

DOMINGO, 11 DE NOVIEMBRE DE 2012

La vocación manifiesta en esta página es claramente filosófica. Por eso nos ocupamos –y así seguiremos- de problemas reales de nuestro tiempo. Renunciamos a ser correa de trasmisión de frases célebres o “pensamientos edificantes” más o menos ocurrentes. Nos interesa promover el diálogo, el debate  y la reflexión. Compartir la actividad filosófica y poner nuestro granito de arena en la búsqueda de salidas a la actual crisis. No es necesario ser filósofos “profesionales” ya que todos naturalmente somos filósofos. Tampoco es menester expresarnos con tecnicismos o artificios lingüísticos. Solo debemos expresarnos. Y de la manera más clara y sencilla posible. Os animamos a compartir esta actitud interrogadora y descubridora que, por otra parte, es la condición del filosofar.


¿Y de lo contario, de qué deberíamos hablar? ¿Del “ser”, de la esencia”, del  no-ser”? ¿o  de Dios, el alma, el espíritu? O mejor aún ¿de la “luz”, la “energía”, el “más allá”?

Tematizamos filosóficamente la cuestión crucial de nuestro tiempo: la crisis económica. Y esta es una cuestión genuinamente filosófica. Nos encontramos ante un cambio de época y la filosofía debe hacerse cargo de ello.

Hablar de economía es hablar de filosofía. De metafísica solo se habla en la caverna y hace muchos siglos que Platón, muy didácticamente, nos explicó lo que significa estar sumidos en la ignorancia o en la evasión de la realidad. La realidad está fuera de la caverna. En esa realidad todo está por estallar por causa de la avidez de los poderes económicos y de sus vigilantes políticos.

Sigamos filosofando entre todos. La verdad es intersubjetiva. No conozco la respuesta, pero  sí puedo vislumbrar el camino. Y ello es posible si planteamos adecuadamente el problema. Para comprender la actual crisis de civilización debemos adentrarnos en la economía.



LUNES, 29 DE JULIO DE 2013
El sábado pasado volvimos a reunirnos los miembros de nuestro grupo de filosofía, al cual en un principio le denominamos Grupo Filosofía como Terapia (como el curso homónimo que tenemos en la UNED). Aunque creo que, a partir de ahora, le llamaremos Comunidad Filosófica por todo lo que este nombre entraña y además para estar en sintonía con otras “comunidades” similares.  

Este grupo o comunidad, como algunos ya sabéis, se nutre de alumnos míos de la UNED, tanto del CAD como de Grado por una parte, y por otra, del curso Filosofía como Terapia. Nuestra base común es el interés (cuando no la pasión) por la filosofía. Nuestro punto de unión es la amistad – en la cual pretendemos profundizar y perfeccionarnos.

Mi idea es que sea un grupo abierto y dinámico que se expresa en una relación igualitaria. Todos somos maestros y todos somos discípulos. Aprendemos los unos de los otros porque estamos convencidos del carácter intersubjetivo de la verdad.

Deseamos practicar una filosofía viva, incardinada en la realidad e -incluso- en la cotidianidad. Una filosofía comprensible para todos y por tanto muy exigente, situada más allá del discurso meramente académico. Aunque esto no significa que proponga una divagación improvisada, sino que pretendo que fundemos nuestras reflexiones en atentas lecturas de los textos filosóficos -tanto actuales, como clásicos. Nuestra tarea será estrictamente filosófica, pero nuestros resultados siempre tendrán que pasar “la prueba de la realidad”. La filosofía debe servir para vida. Es más, la filosofía debe orientar y dirigir nuestras vidas -nuestra existencia- en el largo y a la vez corto camino que nos conduce a la felicidad (aunque otra cosa sea lo que entendemos por “felicidad” -que ya dilucidaremos).

Mi intención es que programemos reuniones o encuentros periódicos (cada mes o dos meses) a las que asistirán todos los que lo deseen. Algunas veces los haremos en Navalafuente y otras en Madrid. También es posible trasladarnos en alguna ocasión a otra ciudad española en la que viven algunos de nuestros participantes.

Como nuestra comunidad es abierta, siempre será posible admitir nuevos miembros. Dadas las distancias físicas, comprenderemos que no se pueda asistir a todas la reuniones. De ahí la importancia del uso de las TIC. Nuestra comunicación “virtual” podrá suplir algunas dificultades. Tenemos un foro, un blog, una página en Facebook y hasta grupos de Whatsaap. Y nuestro deseo es ir perfeccionado cada vez más y haciendo más útil y eficaz el uso de estas tecnologías de la comunicación.


De estas cosas y otras hemos hablado en nuestra última reunión. Aún falta... pero seguiremos...


Mi filosofía. SÁBADO, 2 DE AGOSTO DE 2014

Deseo practicar una filosofía viva, incardinada en la realidad e -incluso- en la cotidianidad. Una filosofía comprensible para todos y por tanto muy exigente, situada más allá del discurso meramente académico. Aunque esto no significa que proponga una divagación improvisada, sino que pretendo que fundemos nuestras reflexiones en atentas lecturas de los textos filosóficos -tanto actuales, como clásicos. Nuestra tarea será estrictamente filosófica, pero nuestros resultados siempre tendrán que pasar “la prueba de la realidad”. La filosofía debe servir para vida. Es más, la filosofía debe orientar y dirigir nuestras vidas -nuestra existencia- en el largo y a la vez corto camino que nos conduce a la felicidad (aunque otra cosa sea lo que entendemos por “felicidad”).


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