Sesión de hoy del seminario de filosofía de la UPCM. Tres Cantos, Madrid, España.
La filosofía de por sí puede cambiarnos la vida. Todos somos filósofos, solo tenemos que ejercer lo que somos. Cuando relaciono los términos "filosofía" y "terapia" no es tanto porque crea que exista una terapia filosófica como una alternativa a otros tipos de terapia, sino porque pienso que la filosofía en sí misma es terapéutica.
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miércoles, 27 de marzo de 2019
miércoles, 20 de marzo de 2019
De la lógica a la ética
Clase de hoy en el Seminario "La Filosofía como Escuela de Vida" en la UPCM.
Tres Cantos, Madrid, España.
sábado, 16 de marzo de 2019
jueves, 14 de marzo de 2019
Lógica de enunciados: tablas de verdad.
Segunda parte de la clase de ayer en el seminario de filosofía de la UPCM.
Lógica de enunciados
Primera parte de la clase de lógica formal de ayer en el seminario de filosofía de la UPCM
Repaso de la lógica aristotélica
Inicio de la clase de ayer sobre lógica. Seminario de filosofía de la UPCM.
martes, 12 de marzo de 2019
El silogismo categórico
Considero que la invención de la forma de los silogismos es una de las
más bellas e importantes que ha hecho la mente humana. (Leibniz)
Los argumentos falaces y engañosos se detectan más fácilmente si se
colocan en una forma silogística correcta. (Kant).
Un silogismo es un argumento deductivo en
el que se infiere una conclusión a partir de dos premisas. Un silogismo
categórico es un argumento deductivo que consiste en tres proposiciones
categóricas que contienen exactamente tres términos, cada uno de los cuales
sólo aparece en dos de las proposiciones que lo constituyen. Se dice que un
silogismo categórico está en forma estándar cuando sus premisas y conclusión
son proposiciones categóricas y están arregladas en cierto orden
específico. Para especificar ese orden, será útil explicar los nombres
especiales que dan los lógicos a los términos y premisas de los silogismos
categóricos. Para mayor brevedad, en este capítulo nos referimos a los
silogismos categóricos simplemente como silogismos, aun cuando hay otros tipos
de silogismos que se discutirán en capítulos posteriores.
La conclusión de un silogismo de forma
estándar es una proposición de forma estándar que contiene dos de los tres
términos del silogismo. El término que aparece como predicado de la
conclusión se llama el término mayor del silogismo, y el término que aparece
como sujeto de la conclusión es el término menor del silogismo. Así, en el
silogismo de forma estándar:
Ningún héroe es
cobarde.
Algunos soldados son cobardes.
Por lo tanto, algunos soldados no son héroes.
Algunos soldados son cobardes.
Por lo tanto, algunos soldados no son héroes.
El término "soldados" es el
término menor y el término "héroes" es el término mayor. El
tercer término del silogismo, que no aparece en la conclusión, y que aparece
en cambio en ambas premisas se llama el término medio. En nuestro ejemplo, el
término "cobardes" es el término medio.
Los términos mayor y menor de un
silogismo de forma estándar aparecen, cada uno, en una premisa diferente. La
premisa que contiene el término menor se llama la premisa menor y la premisa
que contiene el término mayor se llama premisa mayor.
Ahora podemos enunciar la otra
característica definitoria de un silogismo de forma estándar. Consiste en que
la premisa mayor se enuncia primero, en seguida la premisa menor y al final la
conclusión. Se debe hacer hincapié en que la premisa mayor no se define en
términos de su posición sino como la premisa que contiene el término mayor
(que es, por definición, el predicado de la conclusión). Y la premisa menor
no se define en términos de su posición, sino como la premisa que contiene el
término menor (que se define como el sujeto de la conclusión).
El modo de un silogismo de forma estándar
está determinado por las formas de las proposiciones categóricas de forma
estándar que contiene. Está representado por tres letras, la primera de las
cuales nombra la forma de la premisa mayor del silogismo, la segunda la de la
premisa menor y la tercera la de la conclusión. Por ejemplo, en el caso del
silogismo preceden e, puesto que su premisa mayor es una proposición E, su
premisa menor es una proposición I y su conclusión una proposición O; el
modo del silogismo es EIO.
Pero el modo de un silogismo de forma
estándar no caracteriza su forma por completo. Consideremos los dos silogismos
siguientes:
Todos los grandes científicos son graduados universitarios. Algunos
atletas profesionales son graduados universitarios. Por lo tanto, algunos
atletas profesionales son grandes científicos.
y
Todos los artistas son egoístas. Algunos artistas son pobres. Por lo
tanto, algunos pobres son egoístas.
Los dos son del modo AII, pero son de
diferentes formas. Podemos captar la diferencia en sus formas más claramente
mostrando sus "esquemas" lógicos, abreviando el término menor con
S, el término mayor con P, el término medio con M y usando tres puntos "
para simbolizar "por lo tanto". Las formas o esquemas de estos dos
silogismos son:
En el primer silogismo, el término medio
es el predicado de ambas premisas, mientras que en el segundo el término medio
es el sujeto de las dos. Estos ejemplos muestran que aunque la forma de un
silogismo está parcialmente descrita enunciando su modo, silogismos que tienen
el mismo modo pueden diferir en sus formas, dependiendo de las posiciones
relativas de los términos medios.
La forma de un silogismo se puede describir
por completo, sin embargo, enunciando su modo y su figura, donde la figura
indica la posición del término medio en las premisas. Es claro que hay cuatro posibles figuras distintas que
pueden tener los silogismos. El término medio puede ser el sujeto de la
premisa mayor y el predicado de la premisa menor, o puede ser el predicado de
ambas premisas, o puede ser el sujeto de las dos premisas, o puede ser el
predicado de la premisa mayor y el sujeto de la premisa menor. Estas diferentes
posiciones posibles del término medio constituyen las figuras primera,
segunda, tercera y cuarta, respectivamente.
Damos una descripción completa de la
forma de cualquier silogismo de forma estándar nombrando su modo y figura.
Si tuviésemos que listar todos los
posibles modos diferentes, comenzando con AAA, AAE, AAI, AAO, AEA, AEE, AEl,
AEO, AIA,... y así sucesivamente hasta llegar a OOO encontraríamos 64 modos diferentes. Y puesto que cada
modo puede aparecer en cada una de las cuatro figuras diferentes, tendríamos 256 formas distintas que pueden tomar
los silogismos de forma estándar. Sin embargo, de entre ellas solamente unas
cuantas son válidas.
Ejercicios:
Reescriba cada uno de los siguientes
silogismos y nombre su modo y figura. (Procedimiento: primero,
identifique la conclusión; segundo, anote su término predicado, que es el
término mayor del silogismo; tercero, identifique la premisa mayor, que es la
premisa que contiene el término mayor; cuarto, verifique que la otra premisa
es la premisa menor, que contiene el término menor del silogismo, que es el
sujeto de la conclusión; quinto, reescriba el argumento de forma estándar,
con la premisa mayor primero, luego la premisa menor, y por último la
conclusión; sexto; nombre el modo y figura del silogismo.)
1. Ningún submarino nuclear es un navío
comercial, así, ningún barco de guerra es un navio comercial, puesto que
todos los submarinos nuclea res son barcos de guerra.
2. Algunos árboles de hojas perennes son
objeto de culto, pues todos los abetos son de hojas perennes y algunos objetos
de culto son abetos.
3. Todos los satélites artificiales son
descubrimientos cientiíficos importantes; por lo tanto, algunos
descubrimientos cientiíficos importantes no son inventos norteamericanos puesto
que algunos satélites artificiales no son norteamericanos.
4. Ninguna estrella de televisión es
contador público titulado; todos los contadores titulados son personas con
buen sentido comercial; de donde se sigue que ninguna estrella de televisión
tiene buen sentido comercial.
5. Algunos conservadores no son
defensores de los altos aranceles puesto que todos los defensores de los altos
aranceles son republicanos y algunos republicanos no son conservadores.
6. Todos los aparatos estereofónicos son
instrumentos delicados y caros, pero ningún instrumento delicado y caro puede
ser un juguete infantil; en consecuencia, ningún aparato estereofónico puede
ser un juguete infantil.
7. Todos los delincuentes juveniles son
personas inadaptadas y algu nos delincuentes juveniles son producto de
familias desunidas; por lo tanto, algunos individuos desadaptados son producto
de familias desunidas.
8. Ninguna persona testaruda que nunca
admite un error puede ser un buen maestro; así, puesto que algunas personas
bien informadas son personas testarudas que nunca admiten un error, algunos
buenos maestros no son personas bien informadas.
9. Todas las proteínas son compuestos
orgánicos; puesto que todas las enzimas son proteínas, todas las enzimas son
compuestos orgánicos.
10. Ningún automóvil deportivo es un
vehículo diseñado para viajar a velocidades moderadas, pero todos los
automóviles de uso familiar son vehículos diseñados para viajar a
velocidades moderadas, de donde se sigue que ningún automóvil deportivo es un
automóvil de uso familiar.
(Extraído de Copi, Irving; Introducción a la lógica. México, Limusa. Para uso en el seminario de filosofía de la UPCM).
jueves, 7 de marzo de 2019
Lógica de Aristóteles (video complementario)
Relacionado con la sesión de ayer del seminario de filosofía de la UPCM.
miércoles, 6 de marzo de 2019
El silogismo aristotélico
Fragmento de la clase de hoy sobre lógica aristotélica. Seminario de filosofía.
(UPCM)
martes, 5 de marzo de 2019
Introducción a la lógica aristotélica.
Notas para el seminario La Filosofía como Escuela de Vida [1]
La Lógica estudia la razón misma, en cuanto que es instrumento de la ciencia o medio de adquirir y poseer lo verdadero. Se puede definir, por consiguiente, como: el arte que dirige el acto mismo de la razón, es decir, que nos permite progresar con orden, fácilmente, y sin error en el acto mismo de la razón.
La Lógica estudia la razón misma, en cuanto que es instrumento de la ciencia o medio de adquirir y poseer lo verdadero. Se puede definir, por consiguiente, como: el arte que dirige el acto mismo de la razón, es decir, que nos permite progresar con orden, fácilmente, y sin error en el acto mismo de la razón.
Por lo tanto, la Lógica no
sólo procede, como toda ciencia, de acuerdo con la razón, sino que se refiere
al acto mismo de ésta; de ahí su nombre de ciencia
de la razón o del logos.
La razón no es una
facultad distinta de la inteligencia (o también entendimiento o intelecto).
Pero desde el punto de vista del funcionamiento de esta facultad, se llama a esta
más especialmente inteligencia cuando ve, capta o “aprehende”, y más
especialmente razón cuando por el discurso va de una cosa aprehendida a
otra.
Las tres operaciones lógicas.
¿Cuál es el acto propio de la
razón como tal? Razonar. Razonamos cuando pensamos, por ejemplo: Todos los
hombres son mortales, ahora bien, Sócrates es hombre, luego, Sócrates es mortal.
El razonamiento es la
operación más compleja de nuestro espíritu; razonando vamos de lo que ya
conocemos a lo que aún no conocemos, razonando descubrimos, demostramos,
hacemos progresar nuestra ciencia. La Lógica, que estudia la razón como medio
de adquirir la ciencia, debe considerar, por lo tanto, entre las operaciones
del entendimiento, ante todo el razonamiento.
Sin embargo, hay otras
operaciones de la inteligencia que la Lógica debe también considerar. Pero las
considera con relación al razonamiento, en función del razonamiento.
El acto de razonar es un acto
uno o indiviso, como el acto de hacer tres pasos hasta la meta.
El acto de razonar, sin embargo, es un acto complejo; es uno o indiviso,
pero no simple o indivisible (“distinguir para unir”); por el
contrario, está compuesto por muchos actos distintos ordenados entre sí. Cada
uno de estos actos tomado separadamente se llama un juicio (proposición). He
aquí otra operación del espíritu, anterior al razonamiento y supuesta por él.
Juzgar es afirmar o negar algo de
algo. Afirmar es unir, negar es dividir.
El acto de juzgar es un movimiento de pensamiento – traducido por la
palabra “es” –, que une dos nociones diferentes, expresadas por la palabra
sujeto y por la palabra atributo o predicado.
Cada una de estas nociones
responde a un cierto acto del espíritu llamado concepción, percepción
o simple aprehensión. He aquí por
consiguiente otra operación del entendimiento, que es anterior al juicio y
supuesta por él.
Concebir es formar en sí una
idea, en la cual vemos, captamos o “aprehendemos” alguna cosa. Este acto está
evidentemente en el origen de todo nuestro conocimiento intelectual; por ello
su importancia es capital. Por él un objeto de pensamiento se ofrece a la
mirada y a las captaciones de nuestra inteligencia. Sin embargo, en este acto
nuestra inteligencia no hace ninguna declaración de conformidad con lo real. Digamos,
por lo tanto, que nuestro espíritu, cuando hace acto de simple aprehensión, se
contenta con captar una cosa sin afirmar o negar nada de ella.
El acto de concepción o de
simple aprehensión es de este modo una operación primera, que no supone
antes de ella ninguna otra operación intelectual: constituye nuestra primera
operación intelectual.
Las tres operaciones del
espíritu humano son
la simple aprehensión, el
juicio y el razonamiento.
Determinado por
una semejanza del objeto,
recibido en los
sentidos gracias a la
abstracción, el espíritu forma o “dice” en sí
mismo una idea (o concepto
mental) en la cual ve, capta o aprehende
(simple aprehensión)
la esencia de alguna cosa. Además
están los juicios (proposición) y la argumentación (razonamiento).
División de la Lógica
La Lógica, como considera
ante todo el razonamiento, conviene dividirla con relación a éste. Hay que
distinguir en un razonamiento: la materia del razonamiento y la forma del razonamiento.
En razón de su forma el
razonamiento es correcto o incorrecto; en razón de su materia
dice verdad o falsedad.
De este modo, el razonamiento
Ningún hombre hace mal (I),
ahora bien, este criminal es hombre, luego este criminal no hace mal, es
correcto – la forma es buena, la conclusión está bien deducida –;
pero concluye lo falso – la materia es mala, porque es falsa la
proposición (I).
La Lógica es el arte que nos hace proceder con orden, fácilmente y
sin error en el acto mismo de la razón, y es necesario que se ocupe de la forma
y de la materia de nuestros razonamientos.’ De ahí su división en dos partes:
Pequeña Lógica o Lógica “formal” (Logica
minor) y Gran Lógica o Lógica “material” (Logica major).
La Lógica Menor estudia las condiciones
formales de la ciencia y analiza o “resuelve”, como se dice, el
razonamiento en los principios de que depende desde el punto de vista de su forma o de su disposición (Primeros
Analíticos de Aristóteles); enseña las reglas que es necesario seguir para que
el razonamiento sea correcto o bien construido, y que la conclusión
sea buena en cuanto a la disposición de los materiales.
La Lógica Mayor estudia las condiciones
materiales de la ciencia, y analiza
o resuelve el
razonamiento en los principios de los que depende en cuanto a su materia o a su contenido (Segundos
Analíticos de Aristóteles); muestra a qué condiciones deben responder los
materiales del razonamiento para que se tenga una conclusión sólida en todos los aspectos – no
sólo del lado de la forma, sino también del lado de la materia –, es decir, una
conclusión verdadera y cierta.
Aristóteles trata en los Primeros
Analíticos del razonamiento en su más alta generalidad, y de este modo
se eleva a la consideración de lo que hay de más formal en la actividad
discursiva: esta parte de la Lógica que descubre lo que es el razonamiento y
cómo debe proceder no importa cual sea
su contenido, y cual sea el uso (investigación o demostración) que hace
de él el espíritu, debe ser llamada Lógica
formal.
En los Segundos
Analíticos Aristóteles trata de las diversas especies de razonamientos
debidos a la diversidad de objetos o de “materias” sobre las cuales versa el
discurso. Esta parte de la Lógica, que descubre lo que son las diversas clases
de razonamiento en razón de su
contenido, debe ser llamada Lógica
material.
A decir verdad, la Lógica formal es más abstracta y por lo tanto
más difícil en sí misma que la Lógica material. Sin embargo, está presupuesta
por la Lógica material; y conviene empezar por ella la enseñanza de la Lógica,
con la condición de contentarse con una exposición relativamente sumaria (es lo
que los antiguos escolásticos llamaban Summulœ).
Por razones pedagógicas hemos llegado de esta manera a hacer de la Lógica
formal una Lógica Menor, mientras
se reservan para la segunda parte del tratado las cuestiones más difíciles,
referentes a los fundamentos de la Lógica, y de este modo la Lógica material se
transforma en la Lógica Mayor.
La Lógica Menor o Lógica de
la Razón correcta se divide en:
Lógica del Concepto
(1ª operación del espíritu)
Lógica de la Proposición (2ª operación)
El Razonamiento (3ª operación)
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