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domingo, 25 de mayo de 2014

Fútbol y filosofía.

Durante muchos años no me interesó el fútbol. Me refiero al fútbol como espectáculo de masas y mediático. El fútbol como deporte siempre me gustó.
Tampoco seguía, ni era hincha, de ningún club en particular y jamás me perdía de hacer algo mínimamente importante por ver un partido de fútbol (ir al cine, leer un libro o simplemente, darme un paseo).

Pero hace unos años me despertó un interés especial un equipo que me pareció brillante: el Barça de Guardiola. Sobre todo, porque funcionaba como “equipo”, o sea, un juego cooperativo liderado por un entrenador muy inteligente. Por supuesto que me impresionó Messi –ese muchacho que disfrutaba con la pelota como un chaval en el patio del cole o en un callejón de tierra, jugando con sus compañeros en gran camaradería.

Luego empecé a fijarme en el Atlético de Madrid al conocer a “colchoneros” de solera y estirpe. Pero este equipo no daba pié con bola. No entendía por qué  había tantos apasionados por estos colores. Aunque comencé a darme cuenta que era el equipo de los auténticos madrileños –los de siempre. El equipo, mayoritariamente,  de la clase trabajadora.

Y llegó Diego Simeone (el Cholo). Las cosas empezaron a cambiar y el “partido a partido” se convirtió en una filosofía. Y no lo digo metafóricamente. La vida es eso: hay que jugarla partido a partido. Puro epicureísmo.

Este auténtico equipo, en el que todos son iguales y cada uno adquiere sentido en función del todo, comenzó a cosechar triunfos y a tener éxito. Aunque los “otros” esperaban que se quedaran sin fuelle en poco tiempo y el espejismo desapareciera.

Hasta Guardiola llegó a decir que este equipo era un off-side, un advenedizo en el olimpo futbolístico,  una anomalía del sistema. Ya no me pareció tan inteligente este entrenador. La gente cambia. Todos cambiamos. No debe extrañarnos que también cambien Messi y Guardiola.

Y llega la final de la Champion ayer en Lisboa. En un partido épico, al cumplirse los 90 minutos, el Atleti ya tenía la copa en sus manos y la numerosísima afición ya cantaba triunfal el himno del club. Pero eso resultaba intolerable.

El gol del empate llega pasados los tres minutos de una prórroga excesiva concedida por el árbitro y el establishment de la UEFA al equipo rival que estaba perdiendo. Era de esperar. Tenía que ganar “uno de los nuestros” o más bien, un equipo de “los otros” (de lo contrario las inversiones millonarias y la publicidad protagonizada por sus “estrellas” se irían al garete).

En realidad, lo que pasó ayer no tendría que tener ninguna importancia ya que no es más que un epifenómeno del gran montaje de “pan y circo”.  Eso no es deporte ni nada. Pero hay algo que me llama la atención: en los jugadores del Atleti pude advertir auténticos deportistas conducidos por un filósofo: el Cholo Simeone. Un equipo modesto desde el punto de vista económico dando lecciones de futbol, de deportividad, de generosidad y compañerismo. El juego de este equipo sí que se acerca al fútbol-deporte.

Pero no nos engañemos, el bipartidismo goza de muy buena salud. Fue significativo el efusivo festejo –palmadas mutuas incluidas- entre Florentino Pérez y Aznar en el palco del estadio –toma que los camarógrafos de la TVE estaban esperando y trasmitieron presurosos y diligentes ¡Viva el circo! Me dio vergüenza ajena…

¡Cuánta analogía entre el fútbol y la actual situación en España! ¿Seguirán ganando los de siempre? ¿Hasta cuándo?

Pero el pueblo –y los atléticos- se hacen ilusiones… ¿cuándo se cumplirán?

Queridos atléticos: ¡no habéis perdido nada! ¡Habéis ganado todo! Mis respetos y mis congratulaciones ¡Campeones! Y habéis conquistado a un nuevo seguidor (muy reacio al “pan y circo”).

En el fútbol y en la vida hacen falta los filósofos (que en realidad, somos todos). Gracias Cholo por haberme hecho descubrir otra faceta más de la realidad.
Se puede. ¡Adelante!


(En cualquier caso, no hay que estar tristes por lo que no tiene importancia y no depende de nosotros, sino orgullosos por luchar siempre y seguir intentándolo “partido a partido”).

martes, 20 de mayo de 2014

José Mujica. El presidente filósofo de la vida.

Mujica -con ciertos toques de epicureísmo actualizado- afirma que pobres no son los que tienen poco, sino los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir. Si tuviera muchas cosas tendría que ocuparme de ellas. La verdadera libertad está en consumir poco. Vivir mejor no es sólo tener más, sino que es ser más feliz. Ser libre es gastar la mayor cantidad de tiempo de nuestra vida en aquello que nos gusta hacer

La economía sucia, el narcotráfico, la estafa, el fraude y la corrupción son plagas contemporáneas cobijadas por ese antivalor que sostiene que somos más felices si nos enriquecemos sea como sea.

Ocupamos el templo con el dios Mercado, él nos organiza la economía, la política, los hábitos, la vida y hasta nos financia en cuotas de tarjeta la apariencia de felicidad. Hemos nacido sólo para consumir y consumir y cuando no podemos, cargamos con la frustración, la pobreza y hasta la automarginación y autoexclusión. Si aspiráramos en esta humanidad a consumir como un americano medio, serían imprescindibles tres planetas para poder vivir.

Arrasamos las selvas verdaderas e implantamos selvas anónimas de cemento. Enfrentamos el sedentarismo con máquinas de caminar, al insomnio con pastillas, a la soledad con electrónica.

La economía globalizada no tiene otra finalidad que el interés privado de muy pocos.  Se nos promete una vida de derroche y despilfarro, que en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra la humanidad futura.

No quiero hablar de austeridad porque es una palabra prostituida en Europa ; abogo por una manera personal de vivir con sobriedad.

Europa tiene una crisis económica que también es política. Ha desatado una cantidad de sucesos que los está gobernando. Son los sucesos que gobiernan a los hombres y no los hombres los que gobiernan los sucesos.

José Mujica. Presidente de Uruguay









lunes, 19 de mayo de 2014

Las "videoclases" de Historia de la Filosofía.

Primeramente quiero agradecer el interés demostrado por la clases que he grabado y publicado durante este curso académico próximo a finalizar (ya nos encontramos en plena temporada de exámenes).

Por mi parte, solo espero que hayan sido de utilidad para mis alumnos. Tanto a los que no podían asistir con regularidad a las clases presenciales, como a aquellos que a los que les servía de repaso.
También deseo agradecer a las personas que no siendo alumnos míos me han alentado en esta tarea y que sé que me han seguido con asiduidad.

Estas grabaciones -sin más pretensiones que ser útiles-  corresponden a mis clases reales en el aula. Circunstancia que -según me han dicho- les otorga una cierta naturalidad. Yo creo que son unas clases sencillas en donde he buscado sobre todo la claridad y que iban dirigidas a alumnos de cursos de iniciación (CAD) o de primeros cursos de carreras diversas de la filosofía (Geografía e Historia).

Espero haber podido cumplir con mis objetivos. Uno de los cuales es, también, el de difundir la filosofía al público en general ya que tengo la convicción de que debemos hacerla accesible a todos los ciudadanos, lo que redundará en beneficio de una sociedad más democrática, justa y solidaria.

Las próximas grabaciones deberán esperar hasta el mes de octubre de 2014, fecha en que dará inicio el próximo curso académico.

Durante el verano (europeo) intentaré seguir publicando cuestiones de interés en la línea de este blog, aunque con algún periodo de receso que dedicaré a viajar (que tanto enriquece).

Que vuestro interés por la filosofía continúe creciendo...

jueves, 8 de mayo de 2014