Mujica -con ciertos toques de epicureísmo actualizado- afirma que pobres
no son los que tienen poco, sino los que quieren mucho. Yo no
vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento.
Preciso poco para vivir. Si tuviera muchas cosas tendría que
ocuparme de ellas. La verdadera libertad está en consumir poco.
Vivir mejor no es sólo tener más, sino que es ser más feliz.
Ser libre es gastar la mayor cantidad de tiempo de nuestra vida en
aquello que nos gusta hacer.
La economía sucia, el
narcotráfico, la estafa, el fraude y la corrupción son plagas
contemporáneas cobijadas por ese antivalor que sostiene que somos
más felices si nos enriquecemos sea como sea.
Ocupamos el templo
con el dios Mercado, él nos organiza la economía, la política, los
hábitos, la vida y hasta nos financia en cuotas de tarjeta la
apariencia de felicidad. Hemos nacido sólo para consumir y consumir
y cuando no podemos, cargamos con la frustración, la pobreza y hasta
la automarginación y autoexclusión. Si aspiráramos en esta
humanidad a consumir como un americano medio, serían imprescindibles
tres planetas para poder vivir.
Arrasamos
las selvas verdaderas e implantamos selvas anónimas de cemento. Enfrentamos el sedentarismo con máquinas de caminar, al
insomnio con pastillas, a la soledad con electrónica.
La
economía globalizada no tiene otra finalidad que el interés privado
de muy pocos. Se nos promete una vida de derroche y
despilfarro, que en el fondo constituye una cuenta regresiva contra
la naturaleza y contra la humanidad futura.
No
quiero hablar de austeridad porque es una palabra prostituida en
Europa ;
abogo
por una manera personal de vivir con sobriedad.
Europa
tiene una crisis económica que también es política. Ha desatado
una cantidad de sucesos que los está gobernando. Son los sucesos que
gobiernan a los hombres y no los hombres los que gobiernan los
sucesos.
José Mujica. Presidente de Uruguay
yo votaré por él en las próximas elecciones europeas. Por él de cabeza de lista y de segundo pondré al vicepresidente de Bolivia.
ResponderEliminarUn abrazo Agüero.
Yo también lo votaría...
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