(del Tractatus Logico-Philosphicus)
6.522. Lo inexpresable,
ciertamente, existe. Se muestra, es lo místico.
6.53. El método correcto de la filosofía sería
propiamente éste: no decir nada más que
lo que se puede decir (…)
7. De lo que no se puede hablar hay que callar.
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6.5 21. Die Lösung des Problems des Lebens merkt man am Verschwinden dieses
Problems. (Ist nicht dies der Grund, warum Menschen, denen der Sinn des Lebens
nach langen Zweifeln klar wurde, warum diese dann nicht sagen konnten, worin dieser
Sinn bestand.)
6.522 Es gibt allerdings
Unaussprechliches. Dies zeigt sich,
es ist das Mystische.
6.53 Die richtige Methode der Philosophie
wäre eigentlich die: Nichts zu sagen, als was sich sagen läßt (…)
7. Wovon man nicht sprechen kann, darüber muß man schweigen.
Un cordial saludo Eduardo, Wittgenstein realmente entusiasma, recuerdo el texto de Santiago Kovadloff extraido de "el silencio primordial", que expusiste en tu curso "la filosofía como terapia", y leyendo "conferencia sobre ética" de Wittgenstein creo que se entiende a la perfección, pues a mi entender son dos pensamientos que conectan.
ResponderEliminarTienes mucha razón José.
EliminarAdemás, vivimos con tanto ruido -inmersos en el ruido, que el silencio es un anhelo.
Solo el silencio expresa lo inefable....
Buenos días Eduardo!
ResponderEliminarQué bueno leer estas palabras que encauzan un nuevo día con sentido, lejos del ruido interior que provoca una maraña de pensamientos sinsentido, locos.
Qué bueno devolver-se a uno al camino que te lleva hacia ti mismo y, por tanto, hacia el otro que no es otro que tú mismo.
Un abrazo!
Tú siempre te haces eco de mis reflexiones... Eres una magnífica interlocutora. Otro abrazo!
ResponderEliminarHola EDUARDO: Al leer la nota nº 7, me vino a la memoria la frase, que según mis datos, dijo Azaña: "Si cada español hablara de lo que sabe y solo de lo que sabe, se haría un gran silencio nacional que podríamos aprovechar para estudiar".
ResponderEliminarCuando la conversación general se centra en los deportes (cosa que me parece estupenda), en las noticias de la tele (lagarto, lagarto), en lo que dicen en los programas que “casi nadie ve”, pero de los que tantos millones hablan (horror de horrores), no puedo dejar de pensar en las palabras antes citadas, y pensar en la utopía de cómo sería este mundo.
¿Vale soñar como pensamiento domestico? Vale.
Un fuerte abrazo