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jueves, 28 de noviembre de 2013

Curso La filosofía como Terapia. Últimos días para matricularse.

Muchas personas se han interesado por el curso "La Filosofía como 
Terapia" que imparto en la UNED. También me preguntan cómo 
y dónde hay que matricularse.
Es muy fácil, se puede hacer on-line en el siguiente enlace:
 
http://formacionpermanente.uned.es//tp_actividad/idactividad/6393 
 
Aún estáis a tiempo. El plazo de matrícula finaliza el próximo 5 de diciembre. 
Para que lo tengáis en cuenta, os informo de que las tasas de estos cursos han bajado 
un 20% respecto del año pasado. 
La UNED otorga un diploma oficial del curso que acredita 150 horas de formación
También válido para ser convalidado en estudios de Grado. 
(CERTIFICADO DE ENSEÑANZA ABIERTA: 6 créditos ECTS (Sistema Europeo de 
Transferencia y Acumulación de Créditos).
 El curso comenzará el próximo 15 de diciembre y finalizará el 31 de mayo de 2014. 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cita con Arantxa

El próximo sábado 30/11 nos reuniremos en el museo Reina Sofía, a las 11:00. El tema: "el amor, fuente de felicidad y de dolor". El motivo principal: encontrarnos con nuestra amiga Arantxa.

En principio esta reunión no estaba prevista hasta mediados de diciembre (de ahí la premura de la convocatoria) pero, después de algunos meses de no ver a nuestra querida amiga y aprovechando que ella se encontrará en Madrid, hemos decidido fijar esta cita. En realidad es un encuentro de amigos - más informal que otras veces pero no con menor dedicación y profundidad. Las cosas hay que hacerlas cuando son necesarias aunque alteren la rutina.


También aprovecharemos la oportunidad para conocer a nuevos invitados. Como dijimos en su momento, la nuestra es una comunidad filosófica - dinámica y abierta (real y virtual) - en permanente proceso de transformación y cambio.


                           Singularis. Lugar de la reunión

sábado, 16 de noviembre de 2013

Aristóteles. Metafísica.


La primera página del libro I de la Metafísica.

Comienza afirmando que todos los hombres, por naturaleza, desean saber y aquí  se prefigura toda su filosofía. (Todos los seres humanos somos naturalmente filósofos).



lunes, 11 de noviembre de 2013

Seguimos con el Jardín (Silvia Artigues)

En principio quiero daros las gracias a todos por que aprendo muchísimo cuando leo vuestras entradas.

Últimamente se hablaba del jardín de Epicuro, su modo de estar en el momento de crisis que le tocó vivir, su inteligente manera de cuidarse cuerpo y alma y de buscar aquellos placeres profundos, los del alma.
¿Podemos nosotros hacer lo mismo? ¿es tiempo de retirarnos a nuestro jardín? ¿cómo afrontamos la crisis que nos toca vivir?

Creo que sí es válida la idea de retirarse pero no a un jardín físico sino a nuestro jardín interior. Retirarnos del mundanal ruido aún estando en el meollo, retirarnos a nuestro profundo yo para, desde allí, actuar de la manera más auténtica. Salir del mundo, para ayudar al mundo.
Volver nuestra mirada a nuestro ser para sabernos eso precisamente, ser. Y, desde ahí (desde la primera intención) poder empezar a reconocernos como humanidad, a comprendernos. Y con esta comprensión profunda que provoca el hecho de reconocernos como lo mismo, amarnos (en el sentido más profundo del término Amor)

La comprensión (y, no hablo de justificación en un sentido moral) nos llevará por el sendero que tiene dos sentidos al mismo tiempo; la comprensión, digo, nos llevará hacia nosotros mismos (el sí-mismo) y hace el ser-otro. Ahí, puede darse un nuevo mundo por qué hay una nueva mirada y es, en definitiva, mi propia mirada la que crea mi mundo, que no pre-existe al margen de mí; de igual modo que no pre-existe  el reflejo en el espejo al margen del cuerpo que se mira en él.

Silvia Artigues


jueves, 7 de noviembre de 2013

Introducción a Platón (videoclase)

En este enlace se encuentra una clase impartida recientemente en la UNED. Hay que tener en cuenta que se publica tal cual. Es una clase real, con alumnos y sin ninguna modificación.

https://www.intecca.uned.es/portalavip/grabacion.php?ID_Grabacion=99092&ID_Sala=61107&hashData=0233eeee06d7fab3d25f63825f3e1c7e

lunes, 4 de noviembre de 2013

El Jardín de Epicuro según Silvia Artigues


El jardín de Epicuro... que magnífico lugar. ¿Dónde está el jardín de Epicuro? ¿Qué muros hay que saltar para entrar en ese vergel? ¿Tras qué matorrales se oculta?
Me parece entrever que todo aquello que oculta el deseado jardín es mi propio pensamiento que se enreda, mi propio yo envuelto en kilométricas cintas de pensamientos falsos, de creencias infundadas... Aquello que me oculta el jardín de Epicuro hoy, es todo aquello que me impide reposar en mí. ¿Seré yo la respuesta? ¿Será qué no tengo que ir a ningún lugar, ni viajar infinitamente alrededor de diferentes universos? ¿Será que sólo tengo que descubrir-me como quien descubre una obra de arte?
El verdadero placer al que nos invita Epicuro entiendo que es el placer de saberme en mi centro, en mí-mismo y desde ahí mirar; entonces, el mundo siendo el mismo ocupa su verdadero lugar y se descentraliza. Y yo, silente, puedo descubrir los entresijos del conocimiento verdadero.
El mundo es lo que es y lo que viene siendo a lo largo de la historia, un juego de espejos, una confrontación de opuestos, la caverna platónica, allá en sus profundidades ¿qué hacemos entonces y, sobre todo, desde dónde vamos a hacer lo que queremos hacer?
Si entramos en el juego de los espejos nos perdemos entre los reflejos y las sombras, hasta que finalmente entre placeres banales se impone el sufrimiento. Sin embargo, nos cabe aún la posibilidad, como Epicuro, de replegarnos en nuestro interior, de ver hondamente nuestra propia naturaleza y desde ahí, entregados a la genuina respuesta que de nosotros nazca, actuar.
Tal vez hoy no podamos ocultarnos tras muros de piedra, la información a través de las nuevas tecnologías conquista hasta el último hueco y te salpican olas de opiniones, una aparente realidad enemiga nos reta y nos tienta todo el tiempo, sin embargo sí podemos encontrar nuestro verdadero jardín, que está tan cerca de nosotros que no hay que ir a ningún sitio solamente mirar en el lugar adecuado. Ese mirar es filosofía, que no “es medio sino fín” y en dulces susurros y sin presiones nos muestra, respetando nuestro ritmo, las verdaderas profundidades de la vida.
Un fuerte abrazo.
Silvia