Michel Onfray ha logrado algo que en estos tiempos se ve poco entre los
filósofos, pensar para vivir y vivir acorde a cómo se piensa. En este punto
reside la fuerza y el atractivo tanto de su obra como de su personalidad.
Porque si cada uno de sus libros señala un tramo del camino a recorrer, sus
actos nos muestran a un hombre que cumple con la palabra escrita, que con una
fuerza extraordinaria avanza siguiendo la hoja de ruta, y esta es la mayor
prueba, en realidad la única, que un filósofo puede dar de honestidad
intelectual. Con Onfray se podrá o no estar de acuerdo, pero desde luego, es un
ejemplo único de lo que la filosofía, cuando ésta se vive, cuando ésta se
siente, es capaz de ofrecer. De hijo de campesinos a fundador de una
Universidad Popular. No hay duda, testimonios como el de Michel Onfray son
indispensables para que no se olvide el valor de la filosofía, para que ella
pueda continuar una vida que ya tiene 2500 años.
(Extracto del artículo de GONZALO MUÑOZ BARALLOBRE, publicado en el número 21 de FILOSOFÍA HOY).
(Extracto del artículo de GONZALO MUÑOZ BARALLOBRE, publicado en el número 21 de FILOSOFÍA HOY).
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