Buscar este blog

martes, 12 de mayo de 2020

El sentido de la muerte.

Textos para comentar en la sesión del seminario "La Filosofía como Escuela de Vida" del miércoles 20 de mayo próximo.
20. SPINOZA: la muerte.
« Según la guía de la razón, apeteceremos un mal menor presente que sea causa de un bien mayor futuro, y renunciaremos a un bien menor presente que sea causa de un mal mayor futuro. (…) Así pues, si confrontamos esto con lo que hemos mostrado (…) acerca de la fuerza de los afectos, veremos fácilmente qué diferencia hay entre el hombre que se guía por el solo afecto, o sea, por la opinión, y el hombre que se guía  por la razón. El primero, en efecto, obra -quiéralo o no- sin saber en absoluto lo que se hace, mientras que el segundo no ejecuta la voluntad de nadie, sino solo la suya, y hace solo aquellas cosas que sabe son primordiales en la vida y que, por esa razón, desea en el más alto grado. Por eso llamo al primero esclavo, y al segundo libre, y sobre la índole y norma de vida de este último me gustaría añadir ahora algunas observaciones. (…) Un hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y su sabiduría no es una meditación de la muerte, sino de la vida. Un hombre libre, esto es, un hombre que vive sólo según el dictamen de la razón, no se deja llevar por el miedo a la muerte, sino que desea el bien directamente, esto es porque desea obrar, vivir o conservar su ser poniendo como fundamento la búsqueda de su propia utilidad, y, por ello, en nada piensa menos que en la muerte, sino que su sabiduría es una meditación de la vida.»  (Spinoza, 1975, pp. 331-332).
21. SCHOPENHAUER: la inmortalidad.
«Nacimiento y muerte forman los dos extremos o polos de todas las manifestaciones de la vida, y el amor es la compensación de la muerte, su correlativo esencial; se neutralizan uno al otro. Por eso los antiguos griegos y romanos adornaban los sarcófagos con bajorrelieves figurando fiestas, bodas e imágenes de la vida más alegre. Y su objeto no era otro que llamar la atención al espíritu de la manera más sensible, por el contraste entre la muerte del hombre y la vida inmortal de la naturaleza. Exigir la inmortalidad del hombre en este mundo es querer perpetuar un error, ya que si se le concediera una vida eterna, los estrechos límites de inteligencia le parecerían a la larga tan monótonos y le inspirarían un disgusto y desprecio tal que para verse libre de ellos
concluiría por preferir la nada. Prueba de ello es que la mayoría de los individuos están constituidos de tal forma que no podrían ser felices en ningún modo donde sueñan verse colocados. Así es que para conducir al hombre a un estado mejor, no bastaría ponerle en un mundo mejor, sino que sería preciso transformarle totalmente; o sea, hacer de modo que no sea lo que es y que llegara a ser lo que no es; por tanto es forzosamente necesario dejar de ser lo que es y esta previa condición la realiza la muerte. Parece, pues, que la conclusión de todas las actividades de esta vida es un gran alivio. Esto tal vez nos explica la expresión de dulce serenidad que se manifiesta en los rostros de gran parte de los muertos.» (Schopenhauer, «La muerte», en El amor, las mujeres y la muerte, pp. 43-44).
22. SCHOPENHAUER: la voluntad de vivir.
«Evidentemente, esto es inexplicable si buscamos las fuerzas motrices fuera de los personajes y pensamos que los hombres corren reflexivamente en pos de bienes cuya posesión no compensa los tormentos y trabajos que cuestan. Si la razón pudiera oírse en este asunto, ha mucho tiempo que los hombres habrían reconocido que el bollo no vale el coscorrón y habrían abandonado la partida. Mas por el contrario, cada uno de nosotros defiende su vida como si fuera un precioso depósito de que tuviera que responder y se consume entre los cuidados y tormentos que cuesta el conservarla. Ignora el porqué y el para qué, no conoce la recompensa; admite a ojos cerrados y bajo palabra, que el premio tiene un gran valor, pero ignora en qué consiste. De aquí que yo haya dicho que las marionetas no están movidas por hilos exteriores, sino por un mecanismo interior. Este mecanismo, este rodaje infatigable es la voluntad de vivir, impulso reflexivo que no tiene razón suficiente en el mundo exterior. Ella es quien impide a los hombres abandonar la escena, el primum mobile de sus movimientos. Los motivos, los objetos exteriores, no determinan más que la dirección en los casos individuales, sin lo cual la causa no sería adecuada al efecto. Toda manifestación de una fuerza natural tiene alguna causa, pero la fuerza misma no la tiene; igualmente todo acto aislado de la voluntad tiene un motivo, pero la voluntad carece de él; en el fondo, ambas cosas son una y la misia La voluntad es, en las cosas, el límite metafísico de toda observación en las cosas, más allá del cual no es posible ir. El carácter absoluto y originario de la voluntad explica que el hombre ame sobre todas las cosas una existencia llena de miserias, de tormentos, de dolores, de angustias y, por añadidura, de aburrimiento; que si se la considera objetivamente debería ser para él un contrario, nada teme tanto como ver llegar su término, que es lo único de que puede estar seguro.» (A. Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación, Tomo II, p. 183).
         23. AMADO NERVO: En Paz.
"Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; / porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino;/que si extraje la hiel o la miel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas./ Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!/ Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas.../ Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!"

(Textos que figuran en AGÜERO MACKERN, E. "Filosofía y Terapia", Madrid, Visión, 2019. pp. 68-71)

1 comentario:

  1. Professor Eduardo,tenho algumas perguntas sobre os textos:
    Spnoza, está nos falando que se tivermos compreensão da nossa mortalidade, viveremos melhor a vida?

    Schopenhauer: Colocamos a ideia de Imortalidade, Porque somos incapazes de adquirir Felicidade em nossas vidas?

    Schopenhauer: A certeza única que temos é a morte, e negamos a vida?

    Muito Obrigada,

    Janine Vianna

    ResponderEliminar